CRÓNICAS

CRONICA DE RAFA GONZALEZ FINISHER POR SEGUNDO AÑO CONSECUTIVO EN LA TMT 50K!!
http://rafarunning.blogspot.com.es/2013/06/ii-trans-montesblancos-trail.html

CRONICA DE RUBEN ESPINOSA, FINISER TMT 50K
http://lacabrademonte.blogspot.com.es/2013/06/cronica-de-la-transmontes-blancos-2013.html

CRONICA DE GONZALO CABALLERO, FINISHER TMT 50K
http://runzalico.wordpress.com/2013/06/02/cronica-de-la-trans-montesblancos-trail-2013-mi-primer-ultratrail/

CRONICA DE DOS VALENCIANOS, JOSE LUIS Y STEFAN, FINISHER DE LA TMT 50K
http://teambarbecue.blogspot.com.es/2013/06/trans-montesblancos-trail-50.html

CRONICA DE VICENTE LAFARGA 1º VETERANO "B" TMT 50K
http://bizenticosportworld.wordpress.com/2013/06/01/cronica-de-la-transmontesblancos-trail-50k-2013-la-puebla-de-alfinden/

CRONICA  DE LA 4º CLASIFICADA Y 1ª VETERANA TMT 50K
http://mujeresquecorren.blogspot.com.es/2013/06/trail-trans-montesblancos-1-de-junio-de.html

DAVID VELILLA, 4º CLASIFICADO TMT 50K
http://elhilarillo.blogspot.com.es/2013/06/trans-montesblancos-trail-2013.html?spref=fb

VICTOR TELLO, 3º CLASIFICADO TMT 25K
http://www.runneandoporelmundo.com/2013/06/tmt.html

CRONICA HÉCTOR FRANCO, DIRECTOR TMT
http://hectorfranco.blogspot.com.es/2013/06/ii-trans-montesblancos-trail-muy.html

CRONICA DE DAVID SANCHEZ, FINISHER TMT 50K Y CAMPEON  EQUIPOS
http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=261849606541884894#editor/target=page;pageID=5650462930260248637

PASCUAL VARGAS, 1º CLASIFICADO POR EQUIPOS MILITARES TMT50K
http://ironmandrogadura.blogspot.com.es/

JOMIGÓN
http://jomigon.blogspot.com.es/2013/06/cronica-ii-trans-montesblancos-trail-50.html

RECORRIDO DE JOSE MIGUEL BARRIOS, FINISHER TMT 50K
http://connect.garmin.com/activity/321453139

PABLO GARCÍA
http://corrodespacito.blogspot.com.es/2013/06/por-fin-la-trasmonesblancos-cronica-tmt.html?m=1

LIEBRES DE LAS NIEVES
http://liebresdelasnieves.blogspot.com.es/2013/06/transmontesblancos-trail-25-k.html


MARCOS LALLANA
LA TMT, PASATIEMPO DE DIOSES
Cuenta la leyenda que Eolo, apático y aburrido como estaba al lado de Zeus, le preguntó al padre de todos los dioses si podía bajar a la tierra de los hombres para así romper con aquel hastío. Zeus, que harto estaba de verlo como un zángano tirado y saqueando la nevera continuamente, le dijo que podía irse, y que se llevara consigo su caja de los vientos, que para zarrios ya tenía un armario lleno de vestidos de Afrodita. Vestidos que no se ponía nunca, puesto que estaba la mayor parte del tiempo en pelotas…
Eolo, al que su divinidad hacía invisible a los ojos de los hombres, buscó un lugar diferente, especial. Atraído por el olor al ternasco de Aragón  e intrigado ante la frase Zaragoza no se rinde, acabó acercándose a una población llamada La Puebla de Alfindén, donde laboriosos y constantes, unos correcaminos preparaban un reto llamado Trans Montesblancos Trail.
Allí, apoyado  sobre una valla que hizo caer varias veces observó con detenimiento un ir y venir de gente que anunciaba un acontecimiento diferente, y absolutamente inédito para él. ¿Qué pretenden? ¿A qué aspiran estos mortales? ¿Por qué cubren sus cabezas y protegen sus ojos del sol? ¿Acaso le temen a él más que a mí? Manda huevos…  Por cierto, ¿cómo osan marcar varios de ellos paquete ante mi presencia? Ah, leche, que no me ven… bueno, eso les salva…
Eolo no daba crédito a sus ojos, ni a sus oídos. Docenas de hombres y mujeres terrenales se hacían fotos, se saludaban, se sonreían…  Hablaban de que el año pasado era peor, que aquel día hizo mucho calor… Subestiman el poder de Eolo, pensó. Me están cabreando…
Cuando a la una de la tarde de aquel uno de junio se dio el pistoletazo de salida, él voló entre los participantes de aquella inexplicable carrera. Los había de todo tipo y condición: altos, bajos, pelirrojos, ingleses, rellenitos, cabezones… los había hasta con pañuelos en la cabeza, como aquella criatura tan divertida… ah, sí, doña Rogelia…. Qué graciosa era la jodía…
Harto como estaba de cargar con la caja de los vientos, decidió darle un puntapié y que se liberaran con toda su furia. Había llegado su hora, a partir de ese momento estos seres sabrían con quién estaban tratando.  Y los vientos empezaron a soplar con fuerza inusitada.  A pesar de su indudable furia, los corredor@s surcaban los caminos de tierra y polvo con determinación. Con mayor o menor ritmo, una serpiente multicolor se movía entre los montes y hacía frente a un aire que por momentos rugía descontrolado.
El enfado de Eolo siguió en aumento, no era aquello que estaba viendo algo a lo que él estuviera  acostumbrado. Esos seres mortales debían rendirle pleitesía, ceder ante el empuje de sus vientos. Pues sí que son cabezotas –se dijo-, no saben que les voy a ir minando sus fuerzas poco a poco hasta que acaben hincando la rodilla en esa tierra que tanto afán tienen por recorrer.
De repente, uno de ellos paró y se reunió con unos iguales que le esperaban con botellas por doquier. Ja!, ya desistió el primero, se sonrió. Pero ese corredor empezó a correr sin ni siquiera ajustarse esa mochila que lucía como una vulgar joroba.
Giró la cabeza hacia los lados y, al fondo, en lo alto del camino, otro se sacó de un bolsillo una especie de poción y se la tragó en un visto y no visto. Acabáramos, jodidos mamonazos, estáis tomando pociones mágicas…  Pero tuvo la brillante idea de birlar una de esas pociones  que sobresalía de un cinturón de hidratación y a la hora de probarla… Ostias, qué malo está esto…

Aquello era una gotita más que estaba a punto de colmar el vaso. Su enojo iba cada vez más en aumento. Decidió acercarse en un suspiro hasta un par de corredores que corrían intercambiándose impresiones…
-¿Qué tal vas, tío?
Bien… bueno, yo qué sé, ¡anda que no queda! Puto viento…
-Detrás de esa loma nos dará un rato de espaldas.
-Venga, que le den por culo al viento tiraaaaa!!
Es bien sabido que la paciencia no es la mejor virtud de los dioses. Las rachas de viento empezaron a aumentar y algunos corredores, fruto del cansancio, tenían que andar para afrontar cuestas y pendientes.  Uno de ellos, con… ¿pendientes dentro? de las orejas caminaba con garbo mientras murmuraba constantemente… Eolo pensó que le estaba rezando y se acercó hasta casi rozarle y averiguar a quién imploraba ayuda, si a él o al mismísimo Zeus…
Lo que alcanzó a oír fue esto: …porque esto es Africa!, damribamdamheyhey, wakawakahey, hey! Dambirambirambiram… porque esto es Áfricaaaaa!!
¿Pero esto qué cojones es? ¿Pero de qué va esta gente?
En ese momento, embelesado como estaba en los avatares de la carrera, se percató de que los primeros estaban retornando al lugar de inicio, y le embargó una sensación de victoria. Vale, no acaban exhaustos mordiendo el polvo y suplicando al cielo, pero vuelven a la salida y terminan su estúpida experiencia…. Un momento, ¡pero que vuelven  a  salir por el mismo sitio! Y tócate los cojones, que en este pueblo hay más gente que se está preparando para comenzar otra carrera…
Eolo siempre había mirado a los mortales con el desprecio y la prepotencia que su naturaleza divina le confería. Aunque esa gente…  dentro de esos seres había algo especial, había que reconocerlo.
También, desde la distancia, podía observar como con el paso del tiempo su poder también surtía efecto. Había vómitos, caras desencajadas, calambres… Algunos se quejaban de los gemelos; otros renegaban de los isquios; se palpaban los aductores… ¿del psoas? ¿Alguien dijo algo del psoas?
El cansancio les hacía ir más lento, andar largos trechos, tropezar en alguna cresta… Eolo decidió acercarse de nuevo a dos corredores que charlaban entre sí. Sus quejas, sus dolores le harían sentir bien, recolocarían las cosas…. Sí, decididamente quiero oír cómo maldicen estar aquí y suspiran por no volver a retarme…
-Pues yo probé una cerveza alemana después de un maratón…  joder, no sé si es que estaba deshidratado… o qué… pero que me supo a gloria… Y mira que no la he encontrado por aquí…
-A mí, la que me va es la Ambar…
-Y a mí, tío, a mí también me gusta, y no porque sea de aquí, eh? No sé si es que estamos acostumbrados… pero sí que está bien buena…
-Es que no hay nada como un aperitivito el domingo, justo antes de comer, con tu copa de cerveza  y unas aceitunitas…
-Joer, cómo lo sabes….
La cara de Eolo era un poema. ¿Se supone que están casi muertos y están aquí hablando de cervezas? Esto es indignante, leche, se están riendo de los dioses…
Eolo divisó a lo lejos, en lo alto de un monte, la figura solemne de un toro. Aquel toro se postraba insultante ante los ojos de los dioses. Aguantaba el sol, los fuertes vientos, las tormentas… y aquellos seres minúsculos le tocaban los huevos como un símbolo de resistencia. Esta gente le toca los huevos con la misma osadía con la que me los están tocando a mí… -pensaba-, y encima sin temor alguno…
Llegados a Alfajarín, los corredor@s bajaban unas escaleras y enfilaban un último tramo camino de la gloria. Ahí Eolo empujó con toda su virulencia, intentando acabar con sus últimas fuerzas. Sus caras eran de agotamiento, de dolor incluso, sin embargo… en sus ojos había un destello difícil de explicar. Se sabían ganadores.  Podían apretar los dientes, estirar sus maltrechas piernas intentando apaciguar calambres, maldecir, gesticular con enfado…  pero el brillo en su mirada aventuraba una segura victoria.
A lo largo de los últimos kilómetros, Eolo voló entre toda esa gente que, paso a paso, iban en la búsqueda de su objetivo personal. Mujeres  y hombres de diferentes edades que hacían algo tan simple como colocar un pie delante del otro sin titubeos, de manera constante y segura. Podían aborrecer el cierzo que azotaba sus rostros, pero sabían que habían podido con ello.
Al llegar a La Puebla, donde todo había empezado, Eolo se cruzó de brazos y se quedó quieto mirando, en silencio. Vio corredores que chocaban sus palmas con niños, mamás que abrazaban a sus hijos, lágrimas, abrazos, personas que cruzaban ese bonito arco cojeando pero satisfechos… y ese señor calvo gritando nombres al viento, animándolos…
Al volver la mirada y escuchar todos esos gritos de aliento Eolo sintió envidia. Los aplausos de una niña sonriente a su padre, el orgullo de un abuelo… Había tanta alegría en ellos (¡Te lo dije! ¡Te dije que podías! ¡Vamos crack, que ya es tuyo! ¡Ole tus huevos! ¡Venga, campeona! ¡Ya lo has conseguido! ¡Ánimo, papá! ) A él nunca le habían hablado así. Era algo tan… intrigante.
Lo que vivió aquel día hizo que algo cambiara en su interior. Ya no sabía quiénes eran realmente los dioses. Al menos, todos esos seres a los que había subestimando habían estado a su altura, pensó.
Eolo volvió con su padre, Zeus, y éste,  tan maravillado quedó de la historia que pensó que algo o alguien lo había hechizado. Déjate de coñas, Zeus –respondió Eolo-, te digo que esos ti@s son la ostia… Quiero pedirte un favor.
-Dime, ¿qué quieres? –preguntó Zeus.
-Quiero que me concedas la posibilidad de convertirme en humano por un día.
-¿Para qué? ¿Qué buscas conseguir?
-Tú no lo entenderías…  ¿podrías concedérmelo?
-Dime el motivo y te lo otorgaré como un don.
-Quiero correr la TMT 14.
-Que así sea. ¿Podría acompañarte?
-¡Cojonudo!  ¡Nos tenemos que agenciar un par de cachirulos y unas mallas paqueteras!!

JAVIER LOPEZ, TMT 50K
TMT 2013 25km por los montes de La Puebla de Alfinden: Ahí va mi crónica. Salgo tranquilo con un compañero del club(o eso pensaba yo) pero veo que levanta un poco el pie y yo sigo a la marcheta. Al poco oigo un comentario de dos corredores que dicen: "vamos a aflojar que vamos a 4´40"(ahora lo entiendo, pienso) así que aflojo también y me pongo a 5´el km xq había visto el perfil y sabía que los 8km primeros eran de subida, suave, pero subida. Sigo a ritmo hasta el avituallamiento en el km 9 y me preparo para correr cuesta abajo( me encanta ). Eso sí, el dichoso gemelo lleva dándome mal desde la salida, pero x lo menos me deja correr. Comienza la bajada y me lanzo y empiezo a pasar a gente y con buenas sensaciones, peeeeero..... pasó lo que tenía que pasar, el gemelo hace crack cuando faltaba un par de km para el cresteo(con lo que me gusta a mí subir y bajar costantemente, y más si son técnicas las bajadas), así que empiezo a andar, estirar y trotar muy despacio(tampoco me podía retirar a 10km de meta aprox. y empiezo a jurar en todos los idiomas. Durante el cresteo me da el gemelo un aviso muy fuerte y me asusto pero curiosamente me empieza a doler menos y puedo empezar a trotar un pelin más rápido. A falta de 4km +- me encuentro un corredor largo en el suelo q se le había subido el gemelo, así que paro a estirarleselo y tras un par de intentos consigo que se levante y reanudo la marcha ya hasta el final. 2 horas y 27´ y ahora mismo voy cojo perdido, así q una semanita de reposo total y a empezar a pensar en el Maratón de Zaragoza. Perdón por el ladrillo y enhorabuena a todos los corredores y organización!
Eso sí, volveré para el 2014 para resarcirme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario